¿Por qué no consigo lo que quiero? Las nueve razones principales

¿Realmente lo quiero?

Puede que no sea tu caso, pero muchas veces nos ceñimos a deseos enlatados, que vienen marcados por la sociedad, la familia y el entorno. Es lo que se dictamina, y que se supone es lo correcto, lo apropiado. Lo que se supone que debo, o tengo que…

Tu corazón solo quiere tu felicidad. Si a tu corazón no le convence ese deseo, lo más probable es que no se mueva ni un ápice y que pida ayuda a su amigo el cerebro para que lo justifique.
Así que asegúrate de que realmente lo quieres. Pregúntale a tu corazón, es más sabio de lo que imaginas, y está deseando hablarte.

¿Realmente he definido bien lo que quiero?

Un deseo borroso, o poco definido, se traduce en acciones vagas o con poca efectividad, y con eso irremediablemente obtenemos escasos resultados, o nulos.

Asegúrate de que tienes bien definido tu deseo cuantitativa y cualitativamente. Para ello, haz participar a tus cinco sentidos, o quizá más. Cuando pienses en tu deseo, siéntelo con todo tipo de detalles, y sobre todo se concreto, específico.

Si le pides a la vida más dinero y al salir a la calle te encuentras una moneda de cinco céntimos, la vida habrá realizado tu pedido y no deberías quejarte por ello.

¿Realmente estoy poniendo de mi parte para lograrlo?

Realmente es así o, por el contrario, pienso que soy un ser tan evolucionado, que, con solo pensarlo, ya lo puedo obtener.

Casos aparte de algún gurú, de momento, la realidad es que la mente es muy poderosa, pero también es verdad que agradece que se le dé un empujoncito poniendo acciones adecuadas y constantes en el tiempo.

¿Realmente estoy enfocado en mi deseo?

O por el contrario pienso bien poco en ello, dedicando el grueso de mi energía mental a otras cosas, o peor, quejándome de que no lo tengo, con lo cual materializo en negativo, pues en lo que pongo mi energía crece, y en lo que retiro mi atención perece, como lo haría una planta a la que abandono.

¿Realmente persisto en el tiempo?

O por el contrario, cambio de deseo como una veleta que se mueve al son del caprichoso viento.
Prueba a subirte a un taxi y cambiar tu destino cada dos minutos, creo que, si el taxista tiene ética, lo más probable es que pare el vehículo y te pida que te decidas. ¿Acaso la vida hará algo diferente?

¿Realmente has hecho el pedido a la vida de la forma correcta?

Muchas veces, sin querer, pedimos incorrectamente. Cuando afirmamos, por ejemplo “no quiero estar gordo”, la mente, que no cuestiona, se toma cada pedido como un programa que tiene que ejecutar con precisión.
Ahora, la mente desconoce la imagen “no”, ignora el No y obvia ese comando, de modo que ejecuta a la perfección lo que precede. Es decir, entiende QUIERO ESTAR MÁS GORDO. ¿No me crees? prueba a NO pensar en un mono amarillo, y cuando dejes de reír, me cuentas.

¿Realmente es el momento idóneo para que se materialice ese pedido?

Es realmente ahora, o tal vez sea preferible que antes se den otras circunstancias. Si tu corazón desea que una chica se enamore de ti, preferiría primero que salgas con una chica, para después tener el dinero para comprarte un deportivo, porque si no, ¿cómo puede saber tu corazón que realmente esa chica te ama y no a tu deportivo?
No digo que no tengas dinero hasta que conozcas a esa chica, pero quizá el dinero puede tener otros usos que estén más alineados con tu pedido. Digamos que aquí, el orden de los factores sí altera el producto.

¿Realmente le he reservado un espacio para que llegue a mi vida?

La vida no soporta el vacío, la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. Si quieres hacer un viaje, prepara una maleta con las cosas que necesitas para ese viaje.
Si quieres compartir tu vida con alguien especial, compra una cama de matrimonio.
Si quieres ropa nueva, deja perchas vacías en tu armario.

El noveno motivo

Pues ya está, aquí tienes los 9 motivos más comunes de porque no consigo lo que quiero ¿Qué dije 9? Es verdad, el motivo 9 te toca a ti escribirlo.

Es muy posible que, tras leer estos motivos, se te haya ocurrido otro, u algunos más. Pues has activado tus procesos de pensamiento, y recuerda, eres muy creativo por naturaleza.
Bueno, ahora solo tienes que dar la vuelta como a un calcetín a cada uno de esos motivos y voilá ¡¡Nos vemos en tu éxito!!

Y, por cierto, ¿Qué otro, u otros motivos te vienen a la mente?
Nos encantaría que nos contaras.

Artículos Recientes:

¿Por qué no consigo lo que quiero? Las nueve razones principales

Puede que no sea tu caso, pero muchas veces nos ceñimos a deseos fijados por la sociedad, familia, entorno. Es...